TRIBUNA
Por la elección hacia la igualdad
02.04.08 -
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Sr. Director de IDEAL: Con motivo de la jornada de estudio sobre Educación Diferenciada el día 19 de abril de 2.008 en Granada, he de comunicar de forma fehaciente que este tipo de educación, después de llevar muchos años de formación y experimentación en el aula, debe ser una opción libre para la escuela pública.
Actualmente muchas familias españolas no pueden ejercer su derecho fundamental a elegir la educación que desean para sus hijos (artículo 26 Declaración Universal de los Derechos Humanos y artículo 27 de la Constitución Española de 1978) debido a la imposición de un modelo educativo único: la coeducación.
Los países más desarrollados (Estados Unidos, Francia, Alemania, Suecia, Reino Unido etc ) ante el tremendo fracaso escolar y la gran violencia de género que padecen sus institutos y colegios -lo mismo que ocurre en nuestro país-, han optado por ofrecer la diferencia separando por sexos en determinadas edades. Hay que señalar que esto se limita a las horas lectivas; fuera del horario de clases, los chicos y chicas deben estar juntos y relacionarse. El resultado de estas experiencias, plasmado en estadísticas y datos experimentales, ha sido en todos los casos y países espectacular: aumento del rendimiento académico; disminución de la violencia de género; mejor ambiente en las clases; mayor eficacia en la labor de los profesores.
Posiblemente, muchas personas pensarán que esta opción puede ser catalogada de retrógrada y contraria al principio de igualdad de oportunidades, pero yo me pregunto ¿cómo en Francia o Alemania los partidos socialistas y las nuevas feministas han tomado la iniciativa de imponerlo? Las mujeres quieren ser ellas mismas, ni mejores ni peores, simplemente diferentes.
El derecho a la libertad está íntimamente unido al derecho a la educación. Por este motivo es importantísimo que todos los jóvenes, a parte de sus diferencias sociales y económicas, puedan ser portadores de una educación de calidad y en libertad. La verdadera libertad está en la elección y no en la imposición. Si vemos que con lo establecido no hay buenos resultados, busquemos otras alternativas que sean eficaces en la elección.
Actualmente muchas familias españolas no pueden ejercer su derecho fundamental a elegir la educación que desean para sus hijos (artículo 26 Declaración Universal de los Derechos Humanos y artículo 27 de la Constitución Española de 1978) debido a la imposición de un modelo educativo único: la coeducación.
Los países más desarrollados (Estados Unidos, Francia, Alemania, Suecia, Reino Unido etc ) ante el tremendo fracaso escolar y la gran violencia de género que padecen sus institutos y colegios -lo mismo que ocurre en nuestro país-, han optado por ofrecer la diferencia separando por sexos en determinadas edades. Hay que señalar que esto se limita a las horas lectivas; fuera del horario de clases, los chicos y chicas deben estar juntos y relacionarse. El resultado de estas experiencias, plasmado en estadísticas y datos experimentales, ha sido en todos los casos y países espectacular: aumento del rendimiento académico; disminución de la violencia de género; mejor ambiente en las clases; mayor eficacia en la labor de los profesores.
Posiblemente, muchas personas pensarán que esta opción puede ser catalogada de retrógrada y contraria al principio de igualdad de oportunidades, pero yo me pregunto ¿cómo en Francia o Alemania los partidos socialistas y las nuevas feministas han tomado la iniciativa de imponerlo? Las mujeres quieren ser ellas mismas, ni mejores ni peores, simplemente diferentes.
El derecho a la libertad está íntimamente unido al derecho a la educación. Por este motivo es importantísimo que todos los jóvenes, a parte de sus diferencias sociales y económicas, puedan ser portadores de una educación de calidad y en libertad. La verdadera libertad está en la elección y no en la imposición. Si vemos que con lo establecido no hay buenos resultados, busquemos otras alternativas que sean eficaces en la elección.
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