Foro internacional sobre educación diferenciada en
Hombres y mujeres: ¿nacen o se hacen? ¿Hay diferencias entre el cerebro masculino y femenino? Los distintos procesos de maduración, ¿hacen aconsejable la separación en las aulas de chicos y chicas? ¿Debe haber un sistema educativo único o plural en la enseñanza pública española? Estas y otras cuestiones, como la situación de la educación diferenciada por sexos en el Reino Unido o una investigación sobre el mayor fracaso escolar de los varones en el sur de España serán abordadas el próximo sábado en un foro internacional que acoge la Diputación provincial de Granada.
Para ello se cuenta con especialistas de primer nivel, como María Calvo, profesora de Derecho Administrativo de la Universidad Carlos III de Madrid; Sheila Cooper, directora ejecutiva de la Girls' Schools Association de Gran Bretaña; Jaume Camps i Bansell, investigador en el Instituto de Estudios Superiores de la Familia; o Manuel Gurpegui, profesor de Psiquiatría de la Universidad de Granada.
María Calvo, que preside la sección española de EASSE, la organización que agrupa a centros educativos que optan por la educación diferenciada en 18 países de Europa y que ha publicado libros como Iguales pero diferentes: cerebro, hormonas y aprendizaje y Los niños con los niños, las niñas con las niñas: el derecho a una educación diferenciada, pronunciará la conferencia Hombre y mujer, ¿nacen o se hacen? Importancia de la atención a las diferencias sexuales en el desarrollo personal.
La profesora Cooper explicará la situación de la enseñanza diferenciada en la escuela pública y privada británicas y el futuro de ambos modelos, y Camps abordará los retos de la educación diferenciada.
El trabajo, que aporta datos de dos tesis doctorales, ha analizado el rendimiento de 712 alumnos y alumnas de centros públicos de Almería, y 493 alumnos y alumnas de centros públicos de Ceuta.
El foro de educación diferenciada reclamará que haya en España una escuela pública plural, no exclusivista, con educación diferenciada y mixta, como en Suecia, Alemania, Reino Unido o Estados Unidos. Ni alcohol ni café para todos: que los padres y los niños puedan elegir la educación que más les interesa.
Es lo que está sucediendo en los países más desarrollados del mundo. El Senado de Berlín, por ejemplo, a iniciativa de los socialistas, recomendó en 1999 la separación de chicos y chicas en un intento de discriminar positivamente a éstas para que "perdieran el miedo a las materias científicas", según el informe de la entonces ministra de Educación socialista, Ingrid Stahmer. La iniciativa echó a andar en 158 colegios públicos, que optaron por la separación en las clases de materias técnicas y científicas, ante la evidencia de que, a la hora de elegir entre ciencias y letras, "sólo un 15% de las chicas escogía matemáticas, frente a un 33% de los chicos". La propuesta se basa, según el informe de la ministra Stahmer, en los diversos intereses de ambos sexos según las materias, y "en sus diferentes modos de acceder a los contenidos y las metas" de esas asignaturas. El objetivo confeso de la propuesta no es otro que evitar que las mujeres queden relegadas académicamente o limitadas en la elección de su carrera profesional. Es decir, discriminación positiva. Algunos estados alemanes, como Renania-Westfalia, se plantean seguir el modelo de Berlín
En Australia, el Australian Council for Educational Research se realizó en 2001 un estudio comparando los resultados de ambos centros, haciendo un seguimiento de la evolución de 270.000 estudiantes durante seis años. El informe afirmaba que los alumnos educados en aulas de un solo sexo habían obtenido resultados académicos entre un 15% y un 22% mejores que los que iban a escuelas mixtas.
En el Reino Unido en el informe "2020 Vision" elaborado por OFSTED (Office for Standards in Education) en colaboración con los mejores científicos del país, la conclusión más importante es que el fracaso escolar y la violencia en las aulas no se va solucionar hasta que no se separe a niños y niñas en determinadas materias. De hecho, en este país el 12% de los colegios públicos ya son diferenciados. El caso del Reino Unido viene avalado por las estadísticas, en el ranking de las 50 mejores escuelas públicas un 68% corresponden a escuelas con educación diferenciada por sexo, y entre las 10 mejores, 8 son diferenciadas y 2 son mixtas.
En Estados Unidos hoy hay 366 escuelas públicas single-sex, frente a la media docena escasa de 2003.
El fin de la educación diferenciada no es separar a niños y niñas, sino evitar que el diverso proceso de maduración de cada sexo discrimine su libertad de elegir para el futuro la profesión más adecuada a la capacidad de cada uno.
Si se enseña de manera razonada, lenta y analítica, las niñas se aburren; mientras que si se enseña de manera explícita y ágil, son los niños los que se pierden. El ritmo de maduración y desarrollo en los varones es mucho más lento que el de las niñas.
En España hay unos 150 colegios de educación diferenciada, de los que un 80% son concertados: no hay ninguno público.
http://www.diferenciada.org/section.php?id=16&id_element=428
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